Saturday, January 19, 2008

Matrimonio y corazón

Tim Smith, profesor de la Universidad de Utah, tardó tres años en hallar consecuencias psicosomáticas en las rencillas matrimoniales. Desde 2002 a 2005 estudió a 150 parejas de entre 60 y 70 años en las que uno de los cónyuges era cinco años mayor o menor que el otro. Una vez finalizada la investigación, cada persona recibió una tomografía por computadora que determina el nivel de calcificación arterial, anomalía que puede causar un ataque cardíaco.

Frente a frente y en una sesión grabada se pidió que la pareja discutiera el tema más controvertido de su relación, como las finanzas matrimoniales, el cuidado de los niños, las vacaciones o los quehaceres hogareños, entre otros. En ese enfrentamiento de unos seis minutos se escucharon comentarios hostiles como: "a veces eres muy estúpido" o "eres negativa todo el tiempo". Una frase dominante fue "no quiero que hagas eso" o "tienes que hacer esto".

Según Smith, los comentarios pasivos fueron: "esa es una buena idea, hagámoslo". Otro no tan amistoso fue: "si para ti es importante, haré lo que digas". Y uno más agresivo: "haré lo que quieras si me dejas en paz".

Una vez analizados los datos y los exámenes tomográficos, los investigadores determinaron que cuanto más hostiles eran los comentarios de las mujeres mayor era la calcificación de sus arterias.

Los niveles más altos de calcificación fueron encontrados en "mujeres que tenían un comportamiento hostil en una relación con maridos que también eran hostiles", según Smith. Los hombres que tenían una actitud dominante o de control y cuyas esposas mostraban un comportamiento similar tenían más posibilidades que otros hombres de sufrir un endurecimiento grave de sus arterias.

Otra forma de decirlo es que ya sea por tratarse de una persona que busca controlar la situación, o que está casado con una persona con una actitud similar, "es suficiente para promover la arteriosclerosis en los hombres", aclara el investigador. "Por lo tanto, en las parejas en que no existe una lucha por el control, los hombres tienen un nivel menor de arteriosclerosis", afirmó Smith.

En suma, el científico determinó que la hostilidad en las peleas matrimoniales es mala para el corazón de las mujeres, en tanto que el comportamiento de control durante esos conflictos es muy malo para el músculo cardíaco masculino. "El nivel de dominio tanto del marido o de su cónyuge no está vinculado a la salud cardíaca de la mujer", aportó el investigador.

Por ello, el científico receta que si se busca cuidar la salud cardíaca de los hombres, hay que pedir a la pareja que resuelva sus conflictos sin tratar de ejercer control. Y si la preocupación es el corazón femenino, hay que encontrar las soluciones sin actitudes hostiles.

Hay muchas formas de proteger el corazón: no fumar, hacer ejercicios, comer de manera inteligente y también "prestar mucha atención a la relación conyugal", cerró el científico cuyo trabajo será presentado en la reunión anual de la Sociedad Psicosomática de Estados Unidos.

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